Skip to content Skip to footer

Si todo libro implica un riesgo, ¿cómo toman impulso las editoriales medianas y pequeñas para publicar voces poco conocidas en nuestro país?

Si la tarea del editor, de la editora, supone siempre asumir un riesgo, entonces qué tipo de perspicacia entra en juego en los sellos argentinos cuando apuestan por poner en circulación literaturas internacionales en principio ignotas o con trayectorias ajenas a la comunidad lectora de nuestro país.

El interés por autores contemporáneos como los estadounidenses Deborah Eisenberg y Peter Rock, así como Jamaica Kincaid, o el fenómeno que generó el escritor norteamericano ya fallecido Michael McDowell, son algunos de los nombres extranjeros cuya circulación en Argentina, a través de la publicación de sellos independientes, recibió el visto bueno de las y los lectores y confirmó el criterio de sus editores al apostar por ficciones internacionales que si no eran desconocidas transitaban más solapadamente.

Si todo libro implica un riesgo, ¿cómo toman impulso las editoriales medianas y pequeñas para publicar voces que en principio son poco conocidas en nuestro país, tienen una circulación muy menor entre la comunidad lectora local o quedaron quizá un poco en el olvido, a pesar de que sus libros hayan cosechado sustanciosos reconocimientos? Detrás de un editor o editora, se sabe, hay buenos lectores y detrás de esos libros que llegan con la impronta de cada editorial argentina, buenas traducciones. Un poco de la fórmula que trae la industria editorial independiente para abrir el juego en el mercado.

El editor de La Bestia Equilátera, Diego D’Onofrio explicó a Telam que “El riesgo es muy grande para un autor conocido, pero es mucho mayor cuando se trata de uno desconocido. A los costos de traducción, hay que sumar la corrección de la traducción y los derechos en moneda extranjera. El costo es tan grande que exige vender muchos ejemplares para solo cubrir los gastos”.

Por otro lado, también es cierto que hay “muy poco de una elección o preferencia” para publicar autores ignorados o poco leídos, dice D´Onofrio e inserta una variable clave en la medida que una editorial es también un actor en el mercado y necesita diferenciarse: “En España existen unas 200 editoriales que están activamente traduciendo todos los best sellers, libros premiados, y aquellos con muy buena crítica. Entonces queda muy poco para publicar y no existe otra opción más que ir hacia lo desconocido u olvidado. Allí la exigencia aumenta porque no existe la repercusión internacional del libro, y en muchos casos tampoco se puede entrevistar a los autores ya que están muertos. Por lo tanto solo queda como argumento de venta la calidad del libro. La exigencia termina siendo enorme”.

Como dice Hernán López Winne, cofundador de Godot, el riesgo siempre es el mismo: “No hay forma de saber si el libro va a vender bien o no. La lógica para asumir riesgos es siempre la misma: el libro nos gustó mucho y suponemos que puede vender bien. Después hay que lograr que eso suceda, y ahí está presente esa incertidumbre que solo se puede zanjar una vez que el libro fue publicado y llegó a las librerías”.

Bien distinta es la experiencia de Chai Editora, un sello que se gestó con la idea de publicar y traducir narrativa contemporánea extranjera. Soledad Urquia, su fundadora junto a Santiago La Rosa, piensa que en el riesgo está la definición de su editorial, donde la apuesta va más allá del libro. “Eso genera un pacto con los lectores y lectoras, que no buscan el nombre un autor conocido o autora conocida o un libro sobre un tema resonante sino la curaduría”, dice la editora.

Se teje así una “complicidad” y “confiamos en que eso vibrante que nosotrxs encontramos en los textos que decidimos publicar también resuena y es interesante para los lectores y lectoras. Priorizamos sobre todo la experiencia de lectura”, dice Urquia sobre la propuesta de Chai de “incorporar nuevas voces a la escena literaria de Latinoamérica y España, con todos los riesgos y el trabajo de presentación que eso implica”.

Fuente: Télam

Show CommentsClose Comments

Dejar un comentario